sábado, 20 de septiembre de 2008

Viejos son los trapos

Por Eliana Comas

Desde hace dos años vive en un asilo de ancianos. Antes pasaba sus días, en las afueras de la ciudad, en una casa quinta modesta. Fue su larga edad y su salud intermitente las que lo llevaron a encontrarse con gente de su época, en un lugar que ya no era el suyo sino el de todos.

Habitualmente se sienta a esperar visita (si es que llega) y charla con los de su alrededor, la política es su temática privilegiada. Es que ha vivido diversos sucesos con sus 80 y pico de años. Siempre recuerdo cuando me contó sobre el cometa Halley, los inicios del Peronismo y la Evita de los humildes.

Y así pasa sus días, lejos atrás quedaron sus perros, sus vacas, sus herramientas, sus andazas de galán. Hoy parece estar contando las horas, minutos y segundos. Con ansiedad espera que el invierno se alargue, la primera se retrace, los recuerdos se hagan presentes. Lo veo deseoso de quedarse allí, en otros tiempos, con su esposa, sus hijos, cortando leña para alimentar el fuego.

Es que su cuerpo ya no le permite hacer cosas por sus propios medios pero su alma, su esencia interna, sigue en pie. Eso es la vejez, algo que escuché alguna vez, un desfasaje entre el cuerpo y el alma.


lunes, 15 de septiembre de 2008

No quiero a mi bebé

Por Eliana Comas

El aborto es una realidad que duele y que deja en el camino la vida de miles de niñas, adolescentes y mujeres adultas. Ahora bien, pensemos que se está haciendo para terminar con tanta muerte en un país como Argentina, donde la interrupción del embarazo es ilegal y la ley establece penas tanto para quien se la practica como para quien realiza el procedimiento.

No hemos avanzado en estas cuestiones, nos hemos quedado en el tiempo. Hace falta mucha educación sobre métodos anticonceptivos y no exceso de información. Hay que abrir tabúes, implementar políticas públicas en el barrio / comunidad, ir a las prácticas socioculturales y no dar nada por sabido.

No creo que no querer un bebé sea un acto inmoral que viola los derechos a la vida, un asesinato. Porque considero que no todos los casos son iguales, me refiero a las violaciones, relaciones no deseadas… Lo notable es que con el aborto se configura una trama compleja de actores que se vuelven muy susceptibles de ser juzgados ante la mirada dogmática. Entonces, se solapa al ser humano que hay detrás de cada historia y se lo declara culpable de un hecho; del cual desde un principio ha sido su víctima.

martes, 9 de septiembre de 2008

Y llegará el momento: inlakech


El otro soy yo, no le hago al otro lo que no quiero para mi (ti), uno es todos y todos somos uno; seamos confraternos, solidarios, somos en el otro, hermanos, compañeros, compatriotas, espejos y reflejos a la vez. INLAKECH: tú eres yo mismo.


¿Qué sentido tiene una vida? ¿Dos, tres docenas, las que fueran? ¿Qué sentimos cuando pensamos en la vida?, ¿Qué implica que unos hombres se apropien de la vida de otros hombres? Desde el sentido común, pensemos, desde la verdad interior ¿qué tan importante es para nosotros el otro? Otro, otra, otras, aquellos que no son yo, ellos, los otros; ¿cómo construimos a ese que llamamos otro?

Cuando la distancia que ponemos ante lo diverso se ajena de ello con prejuicios enfrentados, viene a imperar una tributaria de la muerte, la violencia. El asesinato, la muerte inducida, el exterminio en masa, la desaparición física de alguien o algunos por reacción ante lo diverso, como amenaza o peligro, por temor a lo diferente es, de las miserias humanas, una muy antigua.